Un Dulce Legado: Alfeñique y la Historia de la Casa del Alfeñique
- ANA REGINA JIMENEZ CABRERA
- 12 mar
- 1 Min. de lectura
El alfeñique, un dulce tradicional mexicano hecho de azúcar, huevo y almendras, es mucho más que una golosina. En Puebla, su nombre está intrínsecamente ligado a uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad: la Casa del Alfeñique. Este museo, con su fachada que evoca la delicada textura del alfeñique, es un testimonio de la rica historia y tradición de este dulce.
El Dulce Alfeñique: Un Símbolo de Tradición:
El alfeñique tiene raíces que se remontan a la época colonial, y su elaboración es un arte que se ha transmitido de generación en generación.
En Puebla, es especialmente popular durante la celebración del Día de Muertos, cuando se crean figuras de alfeñique que adornan los altares.
Significado Cultural:
El alfeñique no solo es un dulce, sino también una expresión de la creatividad y el folclore mexicano.
La elaboración de figuras de alfeñique, como calaveras, frutas y animales, es una tradición arraigada en la cultura popular.
La Casa del Alfeñique: Un Museo con Sabor a Historia:
Arquitectura y Leyenda:
La Casa del Alfeñique, construida en el siglo XVIII, debe su nombre a su fachada ricamente decorada, que se asemeja a la textura del dulce.
La leyenda cuenta que la fachada fue diseñada a petición de una mujer que deseaba que su hogar recordara al dulce de alfeñique.
La relación entre el dulce de alfeñique y la Casa del Alfeñique es un ejemplo perfecto de cómo la gastronomía y la historia pueden entrelazarse para crear un legado cultural único. Visitar este museo es una experiencia que deleita los sentidos y enriquece el conocimiento sobre las tradiciones mexicanas.
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